La conexión entre el deporte y la música es un excelente ejemplo para comprender el modo en que tradición y modernidad confluyen en la creación cultural del país.

El 15 de Agosto de 1892 se funda en Valparaíso el club Santiago Wanderers y casi veinte años más tarde,  el 24 de Junio de 1909, se funda Everton F.C . Y dado que la rivalidad entre ambos equipos de fútbol parece ser tan antigua como éstos mismos, no es raro encontrarse con una cueca que retrate este asunto, al que se le suman incluso ciertas idiosincrasias asociadas a los habitantes de las vecinas ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, así como sus supuestas diferencias de clase.

Un clima así es el que se encuentra al escuchar la cueca “Adelante Wanderers”* del autor Alberto Mery e interpretada por el del Dúo Rey-Silva. En la primera mitad de la cara A del disco puede escucharse un extenso diálogo actuado por los actores Pepe Rojas, Marta Ubilla y el mismo Mery, mientras que en la otra se encuentra la cueca ejecutada con piano, arpa, guitarras y pandero, más los tradicionales tañidos, palmas e incluso un silbato que recuerda el espíritu deportivo de esta composición.

Si bien este disco no consigna fecha de edición, gracias a una partitura disponible en el Fondo Margot Loyola de la PUCV  y su dedicatoria “Al hidalgo presidente del Santiago Wanderers don Arsenio Fernández Peláez”, es posible pensar que su aparición fue entre 1949 y 1950.

A partir de esta cueca, quiero llamar la atención muy brevemente sobre dos aspectos que tienen que ver con las reflexiones sobre lo local/global y lo tradicional/moderno en las sociedades lationamericanas. La supuesta rivalidad entre ciudades vecinas –conurbadas ya hace décadas- no es nada novedoso; sin embargo, que el punto de encuentro para esto sea un deporte surgido en el imperio británico, es un aspecto completamente moderno que en muchos aspectos rompe ciertos esquemas más bien asociados a la tradición.

Los sports –como se les conoció en sus primeros años- fueron prácticas del mundo burgués en donde el tiempo dedicado al ocio y al cultivo del cuerpo comenzaron a cobrar relevancia a finales del S.XIX. En ese escenario, Valparaíso como el principal puerto del Pacífico Sur y con una gran influencia cultural y económica inglesa, fue la primera ciudad en Chile en fundar su propio equipo de fútbol.

Manuel Canelo, Vicente Cantatore, Eduardo Herrera, Manuel Ulloa, Luis Acevedo y Juan Olivares; Juan Álvarez, Elvio Porcel de Peralta, Roberto Bonano, Mario Griguol y Reinaldo Hoffmann. Once leyendas del título conseguido dramáticamente un 5 de enero de 1969 en el Estadio Nacional.

Complementario a la permeable característica chilena de absorber con rapidez las costumbres extranjeras, el hecho mismo de que este deporte haya sido integrado a las temáticas textuales de las cuecas habla también de la capacidad de los artistas del folclor de integrar a su acervo las más modernas actividades a su cancionero tradicional.

Las referencias más antiguas a una grabación fonográfica de cueca datan de 1898 -seis años después de la fundación del club Santiago Wanderers-, las que también fueron difundidas públicamente en la ciudad de Valparaíso.

Si sumamos el hecho mismo de la inclusión de este género en el importantísimo avance tecnológico de la fijación del sonido, es posible permitirse la licencia de imbricar tanto el fútbol como la música grabada en el marco de la sociedad global, con la experiencia porteña y viñamarina –tan provinciana, como también urbana y sorprendentemente no santiaguina- con la cueca, canto y danza profundamente local, tanto como los son chilenísimos Santiago Wanderers de Valparaíso y Everton de Viña del Mar.

Escuchar en el cancionero de Cuecas

*Fonograma con derechos conexos expirados.

 

 

 

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