El instituto Nacional de Propiedad Industrial ha liberado un archivo que compila todas las patentes que son parte del dominio público desde 1840.
Seguramente si yo le hablo de Eudolio Rómulo Lepez, usted intentará pensar si se trata de algún personaje de la época de la Colonia o del algún ídolo mundialero. Pero no, el señor Lepez es parte de su vida y usted seguramente ni siquiera lo sabe.
Así suele suceder con la propiedad industrial. Es parte de nuestras vidas de manera más común de lo que pensamos. En la ropa que usamos, en el lápiz con que escribimos, en el celular de moda que compramos o el medicamento que tomamos cuando nos sentimos resfriados o agripados hay propiedad industrial. Ella está verdaderamente omnipresente.
En INAPI promovemos la utilización de la propiedad industrial; tenemos una visión de ella moderna e inclusiva, donde esperamos que inventores, creativos, diseñadores y la ciudadanía en general tome el mejor provecho de las flexibilidades y oportunidades que esta herramienta otorga.
Pero la protección no es lo único que nos interesa, queremos además tener a disposición de toda la sociedad la mayor parte de la valiosa información que encontramos en patentes y diseños una vez que estos caigan en el dominio público.
Es así como nos propusimos -con el apoyo del Ministerio de Economía- crear una base de datos de patentes de dominio público, que pone a disposición de todos y de manera gratuita, todas aquellas patentes que han sido solicitadas en Chile desde 1840 hasta el día de hoy, y que han expirado, pasando por lo tanto a ser parte del dominio público. Pueden revisar el sitio en http://www.inapi.cl/dominiopublico
Junto a la base de datos, a través del buscador del sitio web se puede acceder además a más de 30 informes con tecnologías de dominio público en áreas temáticas de relevancia estratégica para el país, entrevistas a innovadores nacionales, documentos y manuales.
El lanzamiento de esta herramienta representa un hito tremendamente importante en la promoción del equilibrio entre los derechos de propiedad intelectual y el beneficio público, al hacer accesible la transferencia del conocimiento tecnológico generado por las patentes de una manera legítima, amigable y gratuita.
Un gran ejemplo de este tipo de inventos es el de nuestro querido señor Lepez: la caja de huevos. Sí, aunque no lo crea, la caja para transportar huevos, esa que ustedes compran en el supermercado, que nos acompaña día a día, solucionando un problema de almacenamiento y que hasta hoy altamente utilizada, fue registrada en Chile en el año 1925.
A través de esta nueva plataforma todas las creaciones, como la del señor Lepez, pueden estar a disposición de todo el mundo y ser reutilizadas, destacando las buenas ideas y los inventos útiles.